Como estamos ansiosos, o más bien necesitados, de éxitos e ídolos, damos la bandera enseguida, y luego se la quitamos. Eso nos pasó con Topal, un jugador que dejó destellos de su calidad desde el verano pasado. Sin embargo su puesto requiere de más especialidad, porque tiene que dirigir, colocar, advertir, en definitiva llevar la vara de mando. Y para eso da lo mismo que seas turco o anatolio, es cuestión de carácter, que seguro lo tiene, pero requería un aterrizaje suave tras el traslado desde la otra parte del Mediterráneo. Si a eso le unimos las lesiones, tenemos el Topal actual. El fútbol es un lenguaje universal, así que el otomano necesita más confianza para explotar. Su compromiso y esfuerzo están fuera de toda duda, así que está apurando todo lo que puede para estar en Bilbao, porque es necesario dar un poco más de solvencia a la zaga, y él tiene la suficiente.

Recaditos

Para que luego digan. Llorente y Emery han coincidido, con la misma línea argumental, en la defensa del Valencia tras la tropelía de Florentino Pérez y sus voceros. Se puede ser forofo de Raúl González o de quien sea, pero como escribe el entrenador en su web, hay que desearles éxitos, pero siempre que no vayan en perjuicio de los intereses del fútbol español. Un sermón en el desierto, míster, porque ya verás como según se vaya acercando el día de autos aparecen algunos más sacando pecho.

La Catedral

Pero antes del Schalke vienen curvas. La primera en Bilbao, una plaza muy complicada donde los de Emery se deberán esforzar bastante más que en los últimos duelos y un campo para seguir la racha de resultados. Veremos nuevos cambios en el once y si hay minutos para Isco y Jonas.

Más lío

Por si no tenemos suficiente con el Nou Mestalla, monumento al quinquenio negro, ahora vuelve la polémica sobre el viejo coliseo. Está claro que el cambio de estadio nos lleva de cabeza.