Marcaje individual y también por zonas. Esa es la hoja de ruta de Alberto Fabra, vía el todovicepresidente José Císcar, de la ReFundación del Valencia CF, que se resume en dos: poner contra la pared a la actual directiva y señalar ´urbi et orbi´ quienes son los nombres del futuro inminente blanquinegro. El nuevo presidente Federico Varona se encarga de coger a Manuel Llorente; Amadeo Salvo no le pasará ni una a Braulio Vázquez; Aurelio Martínez sujetará a Vicente Andreu; y si al final le dejan, José María Tomás y Tío será el gurú jurídico que por fin interpretará la legislación. El resto de patronos cubrirá la totalidad de las áreas del club con una efectividad inusitada. Más que un gobierno en la sombra, el propietario se ha puesto la camiseta de su mayoría accionarial, mientras los actuales responsables del Valencia intentarán defenderse. ¿Hasta cuándo?

Derrotero

Pues parece que la cohabitación será breve. Lo mejor que le puede pasar al valencianismo, pues el personal no está para pulsos, ni vanidades estériles. Sin embargo, y pese a la buena voluntad de las partes, vamos a asistir a roces, que se podían haber evitado si Císcar y Fabra hubieran sido valientes para convocar una junta extraordinaria de accionistas y cambiar a Llorente y a su Consejo, que es lo que pretende esta operación.

Helado

Llorente ha tardado demasiado en hacer valer su mandato. Desde la reaparición de Paco Roig en la última junta, no ha hecho nada para ampliar la base de su presidencia. Incluso da por amortizada la trastada de Pellegrino, pese a que el equipo aún no esta en la zona Champions, precisamente por eso.

Cruzados

Si Císcar nombra patronos, Llorente también está en su derecho. Hubiera sido oportuno conocerlos ayer mismo, por tanto se supone que la espera es porque su lista será mejor que la del Consell.