El deporte español se supera cada año, pero sera difícil, por no decir imposible, que mantenga su progresión en 2011 y supere los éxitos de 2010. Un campeón de la NBA, un ganador del Tour de Francia, el número 1 del tenis mundial y el campeón del Mundo de MotoGP difícilmente coincidirán alguna vez en un mismo país, pero la partida de cartas que empezó el pasado 18 de junio con el segundo anillo consecutivo de Gasol aún puede acabar en repóquer si Fernando Alonso acaba lo que empezó el pasado 12 de septiembre con ocasión del Gran Premio de Italia. Cuando ya parecía todo perdido, Hamilton aventajaba en 41 puntos al asturiano y Fernando era quinto del Mundial tras abandonar en Spa, el propio Alonso sorprendió a todos afirmando sin pestañear que aún podía ser campeón. La fe mueve montañas y sólo dos carreras después, Alonso es segundo, está a once puntos del líder —Webber— y aventaja en 9 a Hamilton al coincidir las dos victorias de Alonso en Monza y Singapur con dos abandonos del inglés. Con cuatro carreras pendientes —si se mantiene la de Corea— y con la experiencia que le dan sus dos campeonatos con Renault, Webber debe estar deseando que falle alguno de los motores de Ferrari. Si no es así, España volverá a vestirse de rojo como ya hiciera en julio para celebrar el Mundial de fútbol. Si el coche responde, apuesten por un repóquer… ¿irrepetible?