Una Honda de máxima fiabilidad, un equipo hecho a su medida con compañeros de élite, talento a raudales y, sobre todo, experiencia. La suma de todo ello hace de Barreda el máximo aspirante a desbancar a Marc Coma del trono del Dakar. Lo pudo hacer ya en las últimas ediciones -en las que también competía con un gigante como Despres- pero si algo le ha enseñado la experiencia a Barreda es que en cualquier etapa, por sencilla que parezca, se puede perder el título, ya sea por una avería, un problema de navegación, un accidente o incluso una penalización. A pesar de ello y si la suerte le acompaña, sabe que este año le toca a él. Se ha preparado a conciencia, es su gran objetivo de la temporada e incluso se le ve más convencido de poder conseguirlo.

Coleccionista de etapas

Barreda fue el piloto que más etapas ganó el año pasado y no fueron las primeras de su carrera. Demostró ser el más rápido, pero la suerte le dio la espalda en el momento más inesperado. La experiencia le ha enseñado que el Dakar no siempre lo gana el más rápido, sino el mas regular, el que menos caídas, averías o sanciones tiene y es algo que tiene grabado a fuego. Por si quedaba alguna duda, ayer lo dejó claro. Ha aparcado su instinto ganador de pelear por todas las etapas para pensar más en la general y hace bien porque es el gran objetivo, el título que le falta en su espectacular palmarés. Hay que ser rápido, pero al mismo tiempo cuidar la moto, evitar errores y, sobre todo, las temidas sanciones que tiran por la borda el trabajo de todo un año.

La última barrera

El motociclismo valenciano puede presumir de cuatro campeones del mundo con Ricardo Tormo, Jorge Martínez Aspar, Champi Herreros y Nico Terol, pero Barreda sería el primero capaz de ganar un Dakar sobre dos ruedas. Es una barrera que queda por romper y si la mala suerte no lo impide, 2015 puede ser el año para superarla.