Pablo Laso lo tenía claro. Al acabar su partido contra el RETAbet Bilbao Basket, un periodista le preguntó por las semifinales y por el hecho de que se fuera a dar un partido que -según él- no esperaba nadie. Pero el extaronja fue claro y rotundo en su respuesta. «No lo esperarías tú. El Valencia Basket es un gran equipo y ya estuvo a punto de ganar al Barça en la Euroliga». Más claro agua. Una cosa es que a los taronja les vaya bien ir de tapados y otra que se infravalore el potencial de un equipo que está en estos momentos entre los ocho mejores de Europa y que va a más pese a las bajas de Van Rossom y Loyd. Los de Ponsarnsau sabían que podían ganar, tenían la espina clavada de la derrota en la Euroliga en los últimos segundos y más hambre que su rival. Una vez más, se demuestra que un equipo está por encima de las individualidades, aunque en el rival esté Mirotic, que sumó 25 puntos.

La Euroliga es la gran prioridad de la temporada. Solo entrando en el Top 8 se podrá volver el próximo año a la máxima competición europea y ello invita concentrar todos los esfuerzos en esta competición. Pero qué mejor manera de afrontar el partido ante el Maccabi que hacerlo como campeón de Copa. Con un título bajo el brazo no hay cansancio que valga. Eso sí, aún quedan dos pasos y, pase lo que pase, este equipo merece el reconocimiento de todos.