Si algo tiene el Valencia es que nunca dejará de sorprendernos. Hace dos semanas el futuro pasaba por vender algunas de las estrellas del equipo, hacer caja, recortar fichas y aplicar el plan de viabilidad. Hoy sabemos que ninguna de las estrellas se irá de cualquier manera y que, en el caso de que no llegue una oferta suficiente, se quedarán. Y se quedarán para dar la cara y abanderar un equipo ambicioso y competitivo, no hay otro camino. El cambio de rumbo es importante y obliga entre otras cosas a acelerar la operación salida, para prescindir de esos jugadores por los que no hay ofertas.

Ni económica ni deportivamente se puede permitir el Valencia mantener a una serie de jugadores que ni quieren ni pueden, pero esta es una tarea que como siempre no estará exenta de dificultades. Pero, más allá de que la idea precisa de un replanteamiento económico a corto y medio plazo, falta saber qué más va a hacer el Valencia para regenerar la plantilla. ¿Se podrá reforzar el equipo convenientemente si no hay ingresos por venta de futbolistas? Porque este equipo, con todas sus estrellas, no ha sido lo suficientemente competitivo para meterse entre los cuatro primeros y si algo ha demostrado es que necesita un impulso adicional. ¿Será suficiente con la personalidad arrolladora de Llorente para poner firmes al entrenador y a los jugadores? Qué difícil es escribir sin hablar de Villa...