Unai Emery se metió ayer entre sus centrales y navegó entre líneas para observar in situ por dónde hace aguas la defensa y, claro está, para buscar soluciones por encima de todo. No es criticable sino todo lo contrario que se ponga manos a la obra, porque la evidencia de que el equipo está regalando puntos es tal que ha conseguido generar unanimidad como pocas veces se puede ver en Valencia. Además, como lo importante y lo que todo el valencianismo está esperando es que tome las medidas que estime oportunas para que el equipo funcione, más vale que acierte cuanto antes con su labor de fontanería. Lleva varias semanas lloviendo, los puntos que se tiran por el desagüe nunca vuelven y así el invierno podría llegar a ser muy frío. Una idea, más allá de corregir posiciones y variar mecanismos, la solución primera y principal a los problemas de la defensa es que jueguen los que están mejor y que se vayan a la grada los que no tienen la cabeza en lo que toca. Que ya es grave no estar en el trabajo, con la que está cayendo.

Prueba 1

Milan Jovanovic, el delantero que siguen los técnicos del Valencia CF, es la primera prueba de que efectivamente el club se ha puesto en marcha una vez conseguida la deseada estabilidad accionarial que no hubo a lo largo de todo el verano. Porque el montaje de Juan Soler y Vicente Soriano con Dalport y Víctor Bravo tiene pinta de que puede explotar —o mejor dicho, explotarles— en cuestión de horas. Fichen o no a este futbolista, lo importante es que hay una línea trazada en torno a futbolistas asequibles y de calidads, pero también un trabajo posterior que sigue esa línea.

Prueba 2

La segunda prueba será retomar las negociaciones para atar por mucho tiempo a uno de los futbolistas más importantes del actual Valencia CF como es Juan Mata. Con 21 años, todo lo que ya es y todo lo que apunta para el futuro, no es ni mucho menos el prototipo de futbolista que el club deba plantearse traspasar durante bastante tiempo, todo lo contrario. Así que cuanto antes se sienten y lleguen a un acuerdo, mejor, sin presiones ni ansiedades.