No tendrá queja Emery. Sí, arranca la temporada con Miguel, pero no es cuestión de quedarse con la excepción cuando le han sacado prácticamente todos los jugadores a los que no quería ver. Al menos todos los que entraban en el terreno de lo posible. Quería un vestuario nuevo, ilusionado y comprometido. De momento, nuevo lo es, porque la plantilla como quien no quiere la cosa ha experimentado un cambio radical. Que también podamos hablar de ilusionado y comprometido, eso dependerá en gran parte de él. A menos que el tiempo acabe por demostrar lo contrario, los cambios han sido para mejor. Al contrario que hace un año, de los mejores no se le ha ido ninguno. Bueno sí, se marchó Joaquín, que seguramente no iba a mejorar en su última temporada lo que vimos en las cinco anteriores. Ya que viene al caso el nombre de Miguel, si se queda, Emery le da otra oportunidad y en este vestuario no es capaz de regenerarse, es que definitivamente es tonto. Igual nos sorprende, se reengancha y saca todo lo buen futbolista que es. Queda también Maduro, pero molesta lo justo.

Trabajo de meses

Hay veces en que, desde fuera, da la impresión de que el Valencia no hace nada. Pasan los días y parece que no pasa nada, que no se hace nada. Otras, en cambio, los hechos se suceden a una velocidad de vértigo. Es lo que hemos visto en los últimos días, cuando un fichaje prácticamente solapa al otro, algo que no gusta nada a los responsables de comunicación del club pero sí al aficionado, que al final es el que ha de renovar o no el abono. Hay que decir, porque no hacerlo sería injusto, que el trabajo está ahí, haya o no haya fichajes, que todos los acontecimientos que se han desatado como un ciclón en pocas horas —salidas de jugadores, fichajes y presentaciones— son el resultado de un trabajo de muchos meses de viajes, llamadas, negociaciones, comidas y cenas. Todo ese trabajo en gran parte ya estaba hecho hace semanas, cuando parecía que no se hacía nada. Rami estaba fichado hace ocho meses. Con Diego Alves, presentado ayer, el Valencia tiene un acuerdo desde hace más de seis meses. No tanto con Piatti o Parejo, pero esos fichajes tampoco son flor de un día. Y hay algún jugador más con el que el Valencia tiene un acuerdo desde hace algún tiempo, aunque eso no quiere decir que lo vayan a fichar, sin ir más lejos Gameiro.

Caso Isco

Al Valencia le queda por resolver el asunto de Isco Alarcón, que empieza a tomar mal color pero seguramente va para largo y todavía dará muchas vueltas. Cosas de la vida, Emery hasta se va a salir con la suya en el asunto de Isco. Hace un mes estábamos hablando de que el club lo quería entre los 25 del primer equipo y era Unai el que tenía dudas y contemplaba una cesión. Hoy, en cambio, es el club el que manda al chico a trabajar con el Valencia Mestalla y de paso le quita así un dolor de cabeza al entrenador. De momento, ese supuesto interés del Málaga que no se concreta en nada no está haciendo más que perjudicar al chico.

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