Hay dos maneras diametralmente opuestas de hacerlo. Una, ficharlo ahora, hacerlo público en enero si interesa o si se acaba filtrando a la prensa, presentarlo en julio e incorporarlo para comenzar la pretemporada. Otra, tirar la caña y esperar, dar palos por aquí y por allá a riesgo de plantarse a finales de agosto con la casa sin barrer. El primero es el caso de Rami, el segundo el del esperado central que acabó siendo Víctor Ruiz. A uno el Valencia le echó el guante en el momento justo, cuando su precio todavía se podía pagar. Hoy, sería imposible. Por el otro, en cambio, se acabó pagando un sobreprecio. Son datos a tener en cuenta ahora que el Valencia ha de fichar un lateral derecho, que seguramente acabarán siendo dos. Conociendo a quienes llevan la secretaría técnica, hay mucho trabajo adelantado, así que cuanto más tarde elijan la pieza y se vayan de verdad a por ella está demostrado que será peor. Y más en una posición que, como vemos, ofrece pocas dudas. Necesita una rehabilitación casi integral.

La mejor pareja

Afortunadamente, a pesar de todos los problemas que hubo durante el verano, el Valencia ha salido bastante airoso en la ´operación centrales´. No hubo manera con Nico Pareja, que era el preferido, pero en cambio hoy por hoy este equipo tiene una de las mejores parejas de la Liga y muy pronto también de Europa. Hablar de sobreprecio en el tema Víctor Ruiz no es un menosprecio al jugador, valga la redundancia. Se trata simplemente de reflejar una realidad como lo es que se pagó más por un joven internacional sub ´21 que venía de no jugar en el Nápoles que por el central titular indiscutible del equipo campeón de la liga francesa y uno de los referentes de la selección de Francia. En materia de fichajes, las urgencias se suelen pagar muy caras. Tampoco es exactamente el caso, si la cosa sigue por donde va, el compañero de Rami pronto valdrá también bastante más de lo que le costó al Valencia.

Brito

Claro que no todos los fichajes pueden salir tan redondos como el de Adil Rami, al menos por lo que se ve hasta el momento y lo que se intuye. Como ejemplo vale Miguel Brito, del que después de tantos años pocas cosas nos pueden sorprender y, la verdad, poco más apetece ya escribir. Ni Unai ni la mayoría de sus compañeros de equipo ni el Valencia CF en general merecen tener este problema precisamente ahora que todos disfrutan de un momento dulce, a la espera de un partido decisivo como el del día 6 con el Chelsea.

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