No seamos catastrofistas. Es verdad que hay una fila de jugadores en la rampa de salida y un par de fichajes importantes por llegar, la planificación de la temporada ha sufrido los rigores de un verano de locos, pero precisamente por eso hay que ser optimistas. Después de que el acuerdo de venta estuviera a un pasito de saltar por los aires, si hace poco más de un mes nos dicen que el Valencia iba a tener un equipo tan hecho como el que presentará Nuno y una plantilla de este nivel nos habría entrado la risa. Así que vamos a disfrutar sin olvidar que disfrutar es ganar. Y que nadie se fíe de Emery y su victimismo porque no se lo cree ni él, el Sevilla habrá vendido un montón de jugadores pero esta noche volverá a ser ese equipo antipático que juega al límite del reglamento, de la ética y las buenas costumbres. Árbitros, ¿para qué os quiero?