Tiene razón Pepe Carrete, aquel día parecía que el que se jugaba ganar la Liga era el Valencia, cuando en realidad necesitaba ganar al Real Madrid y que se diera alguna carambola más para no perder la categoría. Aunque el estadio era bastante más pequeño que ahora, ese día había en la grada mucha más gente de la que hemos visto en casi todos los partidos esta temporada. Y, aunque fue una campaña tan lamentable o más, la afición empujó desde el primer minuto en busca de lo que parecía un milagro. Y el equipo le dio motivos para empujar cada vez más hasta ese apoteósico final. Por el videomarcador se pudo ver una imagen de Carrete difícil de olvidar, sin camiseta, puño en alto y gritando como un poseso «¡el Valencia se queda en primera!», correspondida por una enorme explosión de júbilo en Mestalla. El equipo necesita el domingo esta atmósfera y ahora es cuando los que mandan en el Valencia CF se dan cuenta de verdad de lo mucho que necesitan a la gente, no la de Asia, sino la que paga su abono, compra su entrada y anima o silba desde su asiento. Veremos si después, cuando salgamos de ésta, volvemos a lo de si te he visto no me acuerdo.

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