Lo dijo García Pitarch allá por el mes de mayo y lo volvió a recordar la presidenta Layhoon el sábado ante más de mil aficionados en la Convención de Peñas de Alzira. El mercado se cierra el 31 de agosto a las doce de la noche y para muchos clubes entre los que está el Valencia CF el trabajo de estos últimos quince días va a ser clave para reforzarse y, como también nos recordó el entrenador, definir sus aspiraciones para la temporada. Pako no había estado afortunado los últimos días, quizá le traicionaron las dudas y los nervios como a un aficionado más viendo que los días pasan y los cambios anunciados no llegan, por eso lo mejor que le ha podido pasar en las últimas horas es que su equipo cuajara por fin un buen partido frente a un rival de cierta entidad como la Fiorentina. Quiere decir que, aunque con el uso de la palabra no ha estado bien, el trabajo del cuerpo técnico está ahí sea con el traje que sea. Aunque, por cierto, ha tardado también más de lo esperado en manifestarse. Un equipo con aspiraciones ha de tener buenos defensas, los mejores que se pueda permitir, pero los malos defensas son menos malos si el equipo en conjunto defiende bien.

Dicho esto, es una realidad que el aficionado está algo más tranquilo después de ver que su equipo con estos jugadores es capaz de jugar bien, aunque tampoco conviene relajarse porque no se trata de ganar un partido y mucho menos amistoso, ni siquiera de ganarle dentro de ocho días a la UD Las Palmas aunque no estaría nada mal, sino de afrontar una temporada que se presenta durísima, con una competencia terrible por entrar entre los cuatro primeros. Si algo hemos sacado en claro estos últimos días es que el propietario, porque se supone que habla a través de la presidenta, lo tiene claro y sabe que es necesario reforzar el equipo. De aquí al 31 de agosto como mínimo vendrán cuatro jugadores, si no más.

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