Los 40.000 globos y el fichaje de Zaza no van a librar a la presidenta de escuchar de nuevo a la afición, ni siquiera una victoria tan necesaria para evitar el drama de caer en puestos de descenso. El valencianismo se ha movilizado porque hay que pelear por el escudo pero es una cuestión de sentimiento y conciencia, cosas que hoy por hoy no van con ellos. Lo mismo que la gente valoró que en su día apostaran por el Valencia con una inversión y un proyecto, el tiempo ha erosionado esa confianza y ellos saben porqué aunque da la sensación de que no acaban de entenderlo. Así se desprende de algunas reflexiones de Anil Murthy, la persona que ha traído Peter Lim para que le haga un diagnóstico de la situación, en un reportaje publicado por el diario El País. Lleva poco tiempo entre nosotros y, a pesar de que se esfuerza en comprender todo lo que rodea el club sin olvidar lo que ocurre dentro, una vez más no es una persona de fútbol y eso lleva a pensar que el propietario tiene mucho interés en vigilar su inversión pero no sabe cómo.

En esas declaraciones Murthy desliza que Meriton ha cometido algunos errores como confundir el Valencia con una empresa convencional, no poner el énfasis en el aspecto puramente deportivo y generar inseguridad en la plantilla con ataques a los jugadores, que él atribuye a Prandelli aunque no es así. La realidad no es así. El problema no es que Lim ha confundido el Valencia con una empresa convencional, sino todo lo contrario. Cualquiera de sus empresas más o menos convencionales seguramente trabaja en base a criterios muy profesionales y científicos, no como el Valencia CF, donde cabe el capricho en decisiones de primer orden como la inversión en futbolistas y entrenadores. Tampoco cuela que Meriton no haya puesto el énfasis en el aspecto puramente deportivo, el problema es que lo ha puesto mal. Se cargaron una estructura deportiva que funcionaba y erraron en las grandes inversiones como Negredo, Rodrigo y Enzo. Entre los tres casi los cien millones de la ampliación de capital.

Lo del ataque a los jugadores, por mucho que digan, va más allá del "Fuori" de Prandelli. Fue una estrategia de club, se supone que desde un convencimiento que ahora niegan, y la propia presidenta la primera en señalar a la plantilla. Pese a todo, les seguimos deseando lo mejor que les puede pasar este domingo, que es ganar. Este proyecto ya es a corto plazo.

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