El fútbol es tan imprevisible que hasta la presidenta del Valencia, financiera acostumbrada a manejar importantes cantidades en inversiones tan volátiles como la bolsa, tiene que estar sorprendida. El Valencia ha dado el paso de fichar a Carlos Soler como futbolista de pleno derecho del primer equipo, lo que significa que cambia su contrato y su clausula de rescisión. Ha sido la opinión de Voro bastante definitiva para hacerlo ya y no esperar, tal como está el tema de la cantera mejor no dormirse en los laureles, lo que confirma lo mucho que cuenta para Meriton la opinión de sus entrenadores, unas veces para bien y otras no tanto. Se fió Layhoon de lo que pensaba Ayestaran para no apostar el pasado verano por el fichaje de Diawara, un error porque tiene pinta que va a ser un futbolista ´top´, aunque de haber llegado igual ahora Carlos Soler no estaría donde está. Pero tampoco lo estaría seguramente si hubiera continuado Prandelli, que estaba muy lejos de apostar por los jóvenes y entre otras cosas por eso se bajó del barco.

Dar mucho poder de decisión al entrenador es una de las claves del modelo Meriton, una forma de trabajar y de estructurar la toma de decisiones en la parcela técnica que puede ser mejor o peor, pero que desde luego pierde todo sentido cuando cada temporada pasan por el banquillo tres o cuatro entrenadores diferentes. Con Voro, al menos, podemos -y pueden- estar tranquilos, ahora mismo ya le pueden hacer caso porque va a decidir lo mejor para el Valencia y además es la cara que les protege.

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