La jugada del PSG con Neymar ha generado tal revolución en el mercado futbolístico que le ha tocado hasta al Valencia CF, aunque ahora mismo está en otra realidad alejada de las grandes operaciones que se están produciendo en toda Europa. Hemos sabido que uno de los motivos principales que ha retrasado la llegada de Jeison Murillo no es otro que el hecho de que el Inter se ha quedado sin el futbolista que tenía en la agenda para sustituir al colombiano. Es Íñigo Martínez, que gracias a los millones que vienen de Catar deja plantados a los italianos y se va al Barcelona. Nada que no tenga solución, lo de Murillo, que está desde este lunes en manos de Mateu Alemany y su capacidad para resolver situaciones que no pueden esperar ya mucho más.

La última vez que Marcelino lanzó un mensaje como el de Bremen fue cuando, hace justo un mes, deslizó que necesitaba un fichaje antes del 7 de julio. Y lo tuvo por San Fermín. Ahora habla de operaciones muy muy avanzadas, y no es casualidad el énfasis, es porque sabe que la pelota vuela hacia el área y solo falta rematar. Si viene un central esta semana es lo menos que se puede esperar, si llegaran los dos del ´pack´ del Inter para la presentación, Murillo y Kondogbia, estaríamos ya en una situación que rozaría la normalidad, con dos posiciones clave muy definidas a una semana del inicio de la competición. Lo del francés, sin embargo, no lo puede solucionar solo Mateu. Va a necesitar algún respaldo que ahora mismo solo puede venir de una venta como la de Cancelo o quizá de Garay. Ambas entran en las posibilidades.

Desde luego que llama la atención lo del argentino y su intención de volver a Rusia si sale este verano del Valencia CF, pero es lo que hay. Está confirmado al cien por cien. Se vaya o no, porque primero han de venir con la pasta, su fin del mundo está ahora mismo en Moscú.

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