El agente portugués ha pasado en cuestión de meses de ser poco menos que el demonio a convertirse en el mejor aliado del Valencia CF. De Mendes y su relación con el señor de Singapur se ha dicho y escrito mucho durante este tiempo. Cometió errores en los primeros tiempos de Peter Lim que han pasado factura al club, más deportiva que económica, aunque con un poco de perspectiva y otro tanto de información tampoco se le puede culpar de todo lo malo que le ha pasado al Valencia, como a menudo hemos hecho. Trajo a André Gomes, al que Lim vendió después por más del doble de lo que costó. Con Rodrigo bastante tuvo que ver también y, según se ha sabido después, el agente no estaba por la labor de fichar a Negredo. Desde luego porque no era un jugador suyo pero también porque en su lugar habría ofrecido por un precio similar o incluso inferior a Anthony Martial, el delantero del Mónaco que un año después se llevó el Manchester United por una auténtica locura de millones.

Hurgando un poco más en el pasado resulta que Mendes también le puso en bandeja al Valencia a Jan Oblak, hoy en el Atlético de Madrid y reconocido como uno de los mejores porteros del mundo. Y sí, están también los Bakkali, en buena parte Santos y Santi Mina, veremos qué pasa con él en un futuro próximo. ¿Y el presente? El Valencia se fue hasta Manchester en el mes de mayo para pedirle ayuda y la encontró de muchas maneras, pero por encima de todo se puede decir que Gonçalo Guedes no estaría aquí si no hubiera dado el visto bueno Mendes, y no hace falta imaginar que tendría para él muchas otras propuestas para jugar cedido. Y ojo, Kondogbia. Posiblemente tampoco estaría aquí si el portugués no hubiera aceptado la cesión de Cancelo al Inter, porque el Valencia no podía pagarlo de otra manera que con el intercambio. Quizá no sea muy popular decirlo, pero Mendes no es el demonio.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.