Le agradecemos el detalle de aclarar que lo de Rodrigo no es amarilla y hasta destacar la figura de Jaume Ortí, dejando así con el culo al aire a una serie de cantamañanas que desde Madrid y Barcelona la pedían con vehemencia, pero eso de que Iglesias Villanueva hizo un arbitraje perfecto excepto la jugada del no gol de Messi, hasta ahí no, Sánchez Arminio.

Este árbitro y sus asistentes, más allá de algún penalti que pasaron por alto en el área del Barça y el caprichoso reparto de tarjetas, decidieron no amonestar ni reflejar nada en el acta sobre los contínuos y groseros insultos de Luis Suárez no en una jugada ni dos, sino durante todo el partido. Eso ni es un buen arbitraje ni es un error de apreciación, es única y exclusivamente porque no les da la gana. No es serio.

Sobre la cumbre de Marcelino y Alemany con Lim, de la que llevamos días hablando, esperaremos movimientos por parte del máximo accionista. Los hechos, de momento, nos llevan hasta París con el objetivo de allanar el camino para quedarse con Guedes. Objetivo sin duda difícil, pero real como contábamos hace ya un mes y medio.

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