Menos mal que Marcelino simplemente trataba de desviar la atención cuando dijo que no esperaba nada de manera inminente y que, además, iba a ser complicadísimo reforzar el equipo en este mercado de invierno, porque de lo contrario nos hubiera dejado mal a los que llevamos tiempo explicando que el objetivo del Valencia es hacer tres incorporaciones en enero. Van dos en solo diez días y veremos qué pasa de aquí hasta el 31. Visto lo visto, cualquier cosa es posible porque el asturiano tiene ambición y quiere un equipo competitivo para afrontar los objetivos de estos meses, que son mantenese arriba y al menos alcanzar la final de la Copa.

El club, o sea, Mateu Alemany, se ha metido en faena como el pasado verano y queda demostrado que ambos tienen el apoyo en sus decisiones del máximo accionista, de no ser así ni Vietto ni Francis Coquelin estarían aquí y mucho menos a 10 de enero, cuando más falta le hacen al entrenador para aportar soluciones al equipo, como demostró el argentino con sus goles frente a la UD Las Palmas.

Dicen que fichar en el mercado de invierno es la solución desesperada para los equipos que van mal, pero también puede ser una solución estudiada y perfectamente planificada para los que van bien pero quieren más. Esos son los míos.

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