Uno de los tópicos más típicos del fútbol es aquello de ir partido a partido y el hoy representa un porcentaje altísimo de lo que importa realmente en este juego. Por eso hubo un momento en que los jugadores y el presidente del Valencia CF nos parecían marcianos celebrando el éxito de la Champions después de perder con el Villarreal.

En el fútbol es importante ganar, nadie lo hace siempre pero esa sencación de marcharte del campo o apagar el televisor después de una victoria es única, aunque es evidente que clasificarse para jugar la Champions es mucho más importante. Por eso había esa sensación de semi-desazón con los últimos resultados logrados por el equipo de Marcelino una vez que tenían ya la Liga de Campeones en la palma de la mano. La gente quiere más y hay que entenderlo, por eso es importante que el Valencia CF haya vuelto a ganar antes de poner fin a esta temporada que, como dice Marcelino, ha sido buena en casi todo y excepcional en algunas cosas.

Hoy el valencianista está feliz por la Champions y por los 70 puntos, pero también porque su equipo no ha ido a Girona a pasearse, ha intentado ganar y dejar una buena imagen aunque los gemelos se pudoieran subir en algunos casos más arriba de lo deseado. Nos debía un gol Vietto antes de su despedida. No seguirá salvo sorpresón por mucho que lo quiera colocar el Atlético.

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