Vienen días, semanas y meses duros en los que el Valencia CF tendrá que pelear mucho para mejorar este equipo que le ha llevado de vuelta a la Champions League. El baile va a empezar ya, porque en cuestión de días habrá que ir ejecutando las primeras decisiones importantes. Si no lo ha hecho ya o al menos no lo ha hecho con todos, veremos a Marcelino hablar cara a cara con los futbolistas que no cuentan para continuar el proyecto, nos gustará más o menos lo que decida pero suya es la decisión y va a misa. A estas alturas no se puede dudar de que, si el equipo ha logrado salir de donde estaba y volver a competir como debe, es porque todos los jugadores lo han dado todo. Así es como se planeó la temporada, sacrificio y compromiso máximos, lo que pasa es que si hay que elevar el nivel, y eso es evidente, el todo de algunos no es suficiente y hay que buscar alternativas. Y el mismo todo ha puesto a otros en el escaparate del verano.

Por muchas cuestiones, creo que todo valencianista se ha ganado el derecho a disfrutar de un partido como este y no hay otra manera de afrontarlo que como una fiesta y la celebración -por fin- de que el Valencia CF ha vuelto.

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