Un punto negro en términos de tráfico es un lugar donde puedes coger una silla y sentarse con la seguridad de que ese día lamentablemente se producirá un accidente. O algo así. En el caso de La Roja y el Mundial, no había más que sentarse a esperar la eliminación de España. En este caso el punto negro no es otro que Florentino Pérez y el Real Madridy las hienas toda la corte de palmeros de su universo mediático e incluso algunos más. Hasta Sergio Ramos, calladito hasta ahora y capitán ejemplar, empieza a sacar la patita en defensa de quien -muy bien- le paga.

Seguramente Luis Rubiales se habrá equivocado en algunas cosas, sobre todo porque apenas llevaba unos días en el cargo y la experiencia en estas situaciones se echa en falta, pero vayamos por partes porque aquí hay demasiado interesado queriendo cambiar la historia y no lo van a conseguir. Ni Coke ni Aspas ni CokeAspasDe Gea por haber fallado en la tanda de penaltis. Hay que ser presidente de la Federación Española de Fútbol y tomar decisiones tan trascendentes después de la puñalada trapera que le asestaron Florentino y Lopetegui con alevosía y nocturnidad, todo gestado a sus espaldas y a dos días de arrancar un Mundial. El presidente del Real Madrid, igual hoy que un día antes de que comenzara el torneo de Rusia, es el auténtico responsable del fracaso de España. Su desprecio a la camiseta de la selección y a todo lo que representa solo encuentra comparación en la del propio Julen Lopetegui, que se ha pasado por el forro al equipo nacional y a toda la afición que había depositado en él su confianza y esperanzas unicamente por dinero y por su ambición de entrenar al Real Madrid. Así de bajo y así de lamentable

Marceli-No

Antes de empezar el Mundial de Rusia escribí advirtiendo a Luis Rubiales que ni se le pasara por la cabeza venir a por Marcelino, ni antes del Mundial ni ahora para afrontar el futuro de La Roja. No lo va a hacer y no porque Marcelino no esté preparado para un reto como ese, sino por una cuestión de discurso y de valores. Si a Rubiales se le ocurriese ahora ir a por un entrenador que tiene contrato apenas a unos días de comenzar la pretemporada con su equipo, pondría en evidencia su discurso y la decisión que tomó con Lopetegui en base a unos valores.