Fue decir el ex director del diario Marca Eduardo Inda que Lopetegui le había pedido a Florentino el fichaje de Rodrigo Moreno y desatarse en el entorno madridista -también conocido como Central Lechera- todo tipo de especulaciones sobre lo que le podía costar el fichaje al Real Madrid. ¿Qué tal 50 millones ? ¿Quizá 60? Al fin y al cabo, allí darán por hecho que el jugador estaría encantado y dispuesto a lo que sea por ponerse la camiseta del Madrid? Mucho antes, en el mes de mayo, Mateu Alemany había advertido: «He leído en diferentes medios que hay especulaciones en ese sentido y le diría que la cantidad son 120 millones, que son los de la cláusula de rescisión. En torno a esa cantidad sería bastante posible y si viene un grandísima oferta que valore su calidad y al jugador le convenza, la valoraremos».

Aquellas palabras sirvieron para poner en valor al delantero, que iba a jugar el Mundial de Rusia, ante la expectativa de un verano en el que previsiblemente el gol iba a cotizar muy alto. Las de Marcelino ratifican la idea casi dos meses y medio después, a solo cuatro de que la liga inglesa cierre el grifo y con el Real Madrid todavía sin sustituto de Cristiano Ronaldo. Aunque el eco de las palabras de Marcelino va un poco más allá, son un aviso para los navegantes del mercado pero también para el propio Valencia CF. Vale que siga sin estar claro eso de que vaya a venir Guedes, aunque precisamente ahora las perspectivas no son malas y se sabía desde el primer día que no sería una operación fácil ni rápida. Impensable, en este caso sí, no haber podido contar a estas alturas con la aportación de Gameiro, que tampoco era sobre el papel la opción más complicada posible para reforzar la delantera del Valencia. Y sigue por aquí Zaza, que tenía un buen cartel cuando se le sacó al mercado pero nadie acaba de apostar de verdad y sin dudas por él.

Todo esto, unas cosas más y otras menos, podría hasta ser previsible unas cuantas semanas atrás, pero así las cosas y a 6 de agosto, cuando el equipo empieza a demostrar que está a punto y a las puertas de una temporada de exigencia máxima, pensará y con razón Marcelino que no me vayan a vender ahora a Rodrigo, sobre todo si es por menos de la cláusula, tal como habíamos dicho. A veces conviene recordar las cosas para que no nos despistemos.

Más opiniones de Julián Montoro.