Cuando un entrenador habla de ansiedad en el fondo sabe que tiene un problema, porque la mayoría de las veces hablar de ansiedad no provoca otra cosa que más ansiedad y es entonces cuando empezamos a entrar en un círculo peligrosamente vicioso. Sabes que la solución para casi todo es ganar, pero ni las piernas ni la cabeza te dicen cómo hacerlo. Esto en el fútbol existe, sí, sucede. Hasta Cristiano Ronaldo reconoce después de haberse estrenado por fin con la Juventus que quizá le haya podido un poco la ansiedad. Si a un tipo como Cristiano, que a sus 33 años tiene cinco Balones de Oro, ha ganado cinco Champions y lleva marcados centenares de goles en todas las competiciones, le puede pesar la ansiedad por haber estado apenas tres partidos sin hacer gol, qué no será de otros sin que sirva en absoluto de atenuante.
De ahí lo importante que es para todo proyecto empezar ganando, es un tremendo tópico pero es así, algo que el Valencia CF pudo haber logrado ya en la primera jornada si llega a acertar en aquellas clamorosas ocasiones que disfrutó en los minutos finales frente a Oblak. Medio satisfechos por aquel empate con el Atlético de Madrid, que nos parecía mejor de lo que se ha visto después, nadie pensó en ese momento en la trascendencia que tendría regalar esos puntos en el que además es hasta ahora el mejor de los cuatro partidos que le hemos visto al Valencia CF. Ese día el equipo compitió, ¿qué ha pasado después para acabar siendo un Valencia cada vez menos reconocible?
Admitido que todo esto provoca ansiedad, se impone buscar solución. La Liga, vistos los resultados, parece que espera a los rezagados, lo que no deja de restar presión. Pero llega la Champions. Primero, y de cara al inminente partidazo en Mestalla, lo último que necesita el equipo es un entrenador excesivamente tenso y una grada con dudas. A partir de ahí, habrá que intentar aislarse de la ansiedad o aprender a ganar con ella. Ninguna de las dos cosas es fácil y quizá el rival, aunque parezca lo contrario, acabe siendo la mejor ayuda. Una Juve que viene de absoluta favorita y un partido que ha de conectar desde el primer minuto al equipo y a la grada sí o sí.
