Parejo no es un tipo estridente ni uno de esos futbolistas mediáticos que están siempre en todas partes, ni siquiera un líder, pero hay que reconocer que genera debate, filias y fobias como pocos. Marcelino tiene que decidir qué hace en estos dos partidos que el destino ha revestido de un papel clave en el desarrollo de la temporada y uno de los puntos calientes es si pondrá o no a su capitán o le dará más descanso, una vez aceptado de manera mayoritaria que el centrocampista no está bien y que ha recuperado a otros futbolistas importantes como Kondogbia y Coquelin. Haga lo que haga el entrenador, si lo pone como si no, será una decisión controvertida y fuertemente sometida a crítica, sobre todo si el resultado no es el que queremos. Aunque eso en realidad es incluso una ventaja para Marcelino, que no se tiene que preocupar de lo que digamos los demás porque le van a criticar igual, sino de guiarse por su conocimiento y experiencia para acertar. Parejo ha sido titular en el mejor y en el peor Valencia CF de estos últimos años, su influencia en cómo juega el equipo es muy grande y por eso todo se desmadra más que en otros casos si el jugador no anda bien. Creo que Marcelino lo va a poner en Anoeta y seguramente también en Old Trafford, no sería ninguna sorpresa, pero tampoco pasa nada si se queda un partido o dos o los que hagan falta en el banquillo, porque los demás también han hecho méritos.

Iago Aspas

El gol de Iago Aspas hizo mucho daño ahí dentro, los propios jugadores lo hablaron con el entrenador la misma noche del partido, pero también fuera. Llegó cuando ya creímos superado el trauma, cuando el aficionado volvía a disfrutar con el fútbol de Batshuayi y se levantó varias veces del asiento con cada arrancada de Gonçalo Guedes. Reclamaba con vehemencia la intervención del VAR en cada caída dentro del área rival, que las hubo. Había calado el mensaje de que todo lo que necesita el equipo para reencontrarse es una simple victoria, así de simple. Y la tenía, hasta que apareció el de Moaña para meter la cabeza y estropearlo todo. Había calado también el argumento de que hay futbolistas absolutamente clave en el equipo que no estaban o no al menos en las mejores condiciones, porque era verdad. Es el momento de darle la vuelta a esto, ya, ahora, mañana, el martes...

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.