De la polémica de las entradas ya hemos leído la postura de unos y otros. Como todo es opinable, los dos pueden tener razón y los dos estar equivocados o haber cometido sus errores. Seguro. Es, básicamente, lo que viene a decir Josep Miquel Moyà, director general de deportes, quien buscando como político contentar a las dos partes es de los pocos si no el único que termina aportando algo de sentido común entre tanta demagogia, mensajes interesados, desinformados y malintencionados. Aunque de todo lo leído, lo que más perplejo te acaba dejando es un dato que hasta ahora había pasado desapercibido: el Hércules devolvió diez entradas de las que le había entregado el Valencia CF para vender a sus aficionados, a tres euros cada una, y que le habrían venido bien para solucionar alguna que otra contingencia en la puerta del estadio. Sería para ahorrarse 30 euros, así que pensemos en el próximo partido porque esto ya no va a ir a ninguna parte, hay un partido de vuelta, conviene estrechar manos cuanto antes y que los que siempe piensan que el prójimo actúa mal porque es malo por naturaleza se enfrenten, pero entre ellos.

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