Va a ser difícil que Marcelino se quite de encima el estigma de haber asegurado después de empatar con el Barcelona que este equipo es más competitivo que el de la temporada anterior. Mucho más en un fin de semana como este en el que hace precisamente un año el Valencia CF tocaba el cielo después de golear en Mestalla al Valencia CFSevilla. Coincide por tanto este triste empate ante el Leganés con el que ha sido posiblemente el mejor partido de la era Marcelino, por lo que la comparación a día de hoy no se admite y, además, genera hasta sonrojo y no lleva a otra cosa más que a la frustración y al enfado del aficionado.

Para qué engañarnos, en otras circunstancias, con estos resultados el entrenador del Valencia CF estaría al borde de ser destituído, si no más allá del borde. Si esto no ha pasado, no solo es que no ha pasado sino que ni siquiera se habla de ello, es porque Marcelino tiene un crédito ganado en base a un método de trabajo, un rendimiento y unos resultados conseguidos en su primera temporada, y también porque este acierto en la elección de Marcelino y Mateu Alemany se ha traducido en que el club ha dado un paso adelante en estabilidad. Esta es una situación que entre todos debemos preservar porque a la larga es lo que da buenos resultados, sin olvidar que la exigencia ha de ser máxima y que es inadmisible ganar un partido de once. Y si las cosas no funcionan hay que buscar soluciones donde las haya.Ay, Parejo

Algo parecido a lo que ocurre con el discurso del capitán. A estas alturas no vamos a descubrir que a Dani Parejo no se le dio el don de la oportunidad ni el de la palabra. Rara vez es brillante en sus análisis, es de los que recurre siempre que se le presenta la oportunidad a todo tipo de tópicos y no suele pensar más que lo justito en las consecuencias de sus palabras. Aunque ello no le libera de la responsabilidad que tiene como capitán del Valencia CF en un año tan importante como este para la entidad. Lo peor es que da la impresión de que él es de los pocos que se creen eso de que «hicimos un gran partido», pero no, capitán, un gran partido hicimos el día del Sevilla, hace un año. Lo de ahora queda muy muy lejos.

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