Santi Mina regresó para evitar que Marcelino tuviera que dar algunas explicaciones de más, porque de haberse consumado la derrota, incluso el empate, la cosa tomaba ya muy mal color. También se lo pone más fácil a Mateu Alemany, que había fijado de antemano su habitual repaso a la actualidad para este miércoles sin llegar a imaginar lo complicado que se lo podía poner el equipo con una actuación tan pobre y decepcionante frente a un equipo como el Ebro, al que además dejaba el árbitro con uno menos por si acaso. En fin, que ya puede el uno darle minutos al gallego y ponerlo titular el sábado, y el otro invitarlo a comer, aunque tampoco es Mateu de lo que se esconden. Seguramente hoy nos dará la visión más aproximada a la realidad que se pueda contar sobre esta inesperada crisis del equipo. La esperamos con auténtica avidez, casi diría que a estas alturas estamos necesitados de ella, la gente quiere saber si está pasando algo que se nos escapa y sobre todo qué va a pasar. Por lo demás, el equipo llegó a estar tan metido en el fango cuando perdía en la Romareda frente a esos diez gladiadores del Ebro, que un resultado así podría hasta ser el deseado punto de inflexión. A ver.

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