No es cuestión de hacerle ahora la rosca a Parejo porque el Valencia CF, entre otras cosas porque no lo necesita y además porque es un jugador tan acostumbrado a la crítica -buena y mala- que seguramente le dará a todo un valor muy relativo. Del Parejo futbolista poco más se puede decir, es un jugador de un nivel extraordinario que obviamente y como todos tiene sus momentos, pero que cuando se pone, se pone, y es capaz de transformar su aparente parsimonia en electricidad que se transmite de atrás hacia adelante, que es donde se ganan los partidos.

Una de las pruebas de su magnitud futbolística, sí, es el debate que genera en la grada y en la calle, porque el aficionado del Valencia CF suele muy exigente con los que considera realmente buenos, y hay ejemplos a lo largo de la historia. En lo que sí ha sorprendido gratamente el '10' esta temporada es en su faceta de capitán, a la altura y comprometido en un momento especialmente delicado. Es lo que hace la experiencia y los años en un club al que llegó siendo un pipiolo.

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