La inmensa mayoría de esos aficionados escoceses que vienen a animar al Celtic saben que su equipo volverá a casa eliminado, que el Valencia CF es mejor equipo y además está el 0-2 de la ida, marcador casi definitivo. Para ellos, sin embargo, el partido será una fiesta pase lo que pase, ahora de lo que se trata de es que lo sea para todos. Que no salga un solo aficionado insatisfecho de Mestalla, ni un solo jugador.

Para empezar, el Valencia CF tiene ese marcador a favor que le sitúa a un pasito del sorteo de octavos porque en Celtic Park hizo un partido muy serio, quizá uno de los dos o tres mejores de toda la temporada. Trabajó mucho y bien, con disciplina, jugó concentrado al cien por cien y tuvo la caña preparada arriba para asestar dos golpes mortales al Celtic. Juegue quien juegue, todo lo que no sea salir esta noche con esa actitud, canalizando y administrando de la manera más positiva posible esa clara ventaja en la eliminatoria pero muy metidos en el partido desde el minuto uno, puede traducirse en problemas, en ansiedad y mal rollo, todo malas vibraciones que conviene alejar ahora que se acercan días decisivos para saber qué va a ser de este año 2019 del Centenario. Ganar siempre es positivo, sobre todo para un equipo que ha empatado tantos partidos en Mestalla, pero ojo, prefiero empatar esta noche viendo un buen partido y ganar el domingo al Leganés.

Más opiniones de Julián Montoro.