El Valencia CF está a 90 minutos de jugar la final de la Copa del Rey, que serán contra el Betis, con la ayuda de Mestalla y un Valencia CFCopa del ReyBetisresultado logrado en Sevilla que le da cierta ventaja. Ni los más optimistas podían imaginar cuando comenzó esta competición que el equipo llegaría a este punto en una situación tan favorable, aunque es evidente que hay que jugar y podemos dar por seguro que también sufrir, ojalá no tanto como el día del Getafe. Los dos equipos quieren esa final y se van a dejar la piel por estar en ella, por tanto no será el corazón lo que desnivele la balanza sino el fútbol y la cabeza, que es en lo que fue mejor el equipo de Marcelino en el partido de ida, en el control de la situación y de las emociones. Dice el entrenador que todavía no se ha parado a pensar en la alineación y hasta le podemos creer esta vez, porque lo tiene realmente difícil. Resuelta hace tiempo la duda que pudiera existir con la portería, y que por si acaso se encarga de cerrar definitivamente Marcelino al confirmar otra vez más a Jaume, lo demás va a ser una labor de arquitectura técnica porque todos quieren jugar este partido, con máscara, con férula, con golpes o con sobrecarga de esfuerzos. Hasta Waldo jugará.

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