Ahora que se han dado de morros con la cruda realidad es cuando en Madrid se estarán dando cuenta de todo lo que les han estado ocultando en los últimos meses, de la auténtica trascendencia de la decisión de Zidane y Cristiano, especialmente este último, de marcharse del Real Madrid. Y de la responsabilidad de Florentino Pérez en el fracaso deportivo de la temporada en todos los frentes, en forma y en fondo. Porque pocas veces se ha visto a ese equipo caer en la Liga de Campeones de una manera tan triste y vulgar, en octavos de final, un equipo tan entregado y perdido. Lástima, como decíamos días atrás, que no haya sido el rival para el Valencia CF, aunque visto lo visto en los últimos siete días eso era poco menos que imposible.

Las caras

Las caras de felicidad en el Valencia CF son lógicas, sobre todo si tenemos en cuenta lo mal que pintaban las cosas hace muy pocas semanas, pero el fútbol tiene estas cosas tan poco previsibles que lo hacen tan grande. El Madrid se vio tan ganador que Sergio Ramos y el Valencia está en una final de la Copa con la posibilidad de conquistar un título. Aunque todo pasa por seguir ganando, entramos en una fase de la temporada en la que todo es posible, pero los empates ya no valen, una etapa bonita pero que va a er de una exigencia brutal empezando por los dos partidos de la semana, Krasnodar

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