Todo lo que hacen y dicen los protagonistas del fútbol adquiere una dimensión imposible de controlar, todo es interpretable y, por supuesto, manipulable según los intereses de cada uno. Por eso, me parece valiente que un entrenador que acaba de clasificar al Valencia CF para la final de la Copa, con lo ese título significa para la afición, mantenga que ser cuartos en Valencia CF final de la Copa, con lo ese título significa para la afición, mantenga que ser cuartosLaLiga Habrá quien se lo critique, pero que nadie sufra porque aquí nadie se va a dejar perder la final con el Barça porque lo importante se supone que es estar en la Champions. Y resulta interesante que, después de estar ya en una final, el entrenador quiera estar en otra final y ganarla porque tiene premio doble, o sea, porque sería como cumplir dos objetivos en uno, o matar dos pájaros de un tiro aunque no me gusta la expresión.

De momento, el Valencia CF de Marcelino ha demostrado que quiere la Copa del Rey y la quiere mucho. Ha dejado ya muestras suficientes de que la Europa League es un caramelo que gusta después de haber dejado escapar la Champions -el Manchester sin Mourinho se ha cargado al PSG, por cierto- y queda por ver si le va a llegar además para remontar y acabar cuarto. Querer, está claro que quieren, aunque hasta ahora el Valencia CF no ha demostrado ser un candidato fiable. En menos de un mes, celebración del Centenario mediante, saldremos de dudas.

Más opiniones de Julián Montoro.