Desconozco detalles de la charla que se produjo recientemente entre Marcelino García y Peter Lim o si se trató simplemente de una foto para evitar los comentarios que dejó la anterior visita del propietario, aunque sí puedo adelantar que al máximo accionista del Valencia CF Tampoco debió ser una conversación de gran profundidad por el momento en que se produce, todavía algo pronto y con demasiadas incógnitas respecto a lo que debe ser la programación de la próxima temporada. Todo está en manos del entrenador y los jugadores y de lo que sean capaces de conseguir de aquí al próximo 29 de mayo, que es cuando se habrá definido ya LaLiga y confiemos mientras no se demuestre lo contrario en la de la Europa League, que se juega ese mismo día en la ciudad de Bakú, capital de la república de Azerbaiyán.

A día de hoy hay muchas expectativas de mejorar pero la realidad es que el equipo sigue por debajo de lo que seguramente esperaba el propio Peter Lim cuando dio el OK a todo lo que le pusieron sobre la mesa el pasado verano, incluyendo los 25 millones por Kondogbia, no haber sucumbido a la tentación de vender a Rodrigo Moreno cuando había posibilidades de sacarle una buena rentabilidad al fichaje y, por último aunque no menos importante, poner la guinda al pastel en forma de 40 millones de euros más bonus por Gonçalo Guedes, récord en la historia del club.

Kondogbia, Rodrigo y Guedes fueron las tres grandes apuestas para esta temporada y la realidad es que por ahí se han ido muchas de las expectativas, porque ninguno de los tres ha estado en el nivel extraordinario de la pasada temporada con la excepción de las últimas semanas del delantero, en las que sí ha vuelto a ser el Rodrigo que necesitaba un equipo de Champions. Que siga su racha goleadora porque hace falta. Kondogbia y Guedes, por diferentes razones, no han estado, el Valencia CF lo ha acusado y de hecho lo ha pagado con puntos. De ellos se espera que en estos dos meses y medio que restan de temporada aporten ese plus que va a ser determinante y puede cambiar un fracaso de temporada por algo especialmente bonito en este año del Centenario, en cuyas celebraciones sigue sin estar claro si estará presente el propio Lim.

Más opiniones de Julián Montoro.