El Valencia CF también sigue adelante en Europa porque está claro que el equipo quiere, lo mismo que en la Copa, incluso cuando las cosas se ponen mal siempre hay que esperar que pase algo porque futbolistas para eso tiene. Por eso, alegría y satisfacción aparte por esta clasificación y por estar con los mejores en el sorteo que va a definir cuál es el camino hacia una nueva final, las sensaciones serían bastante mejores si los primeros 85 minutos de partido no se hubieran jugado. Porque todo lo interesante pasó en los últimos cinco, después de recibir el gol. Ahí, con el agua al cuello y como si se hubiera activado una alarma, salió a relucir todo lo bueno, el empeño de Cheryshev por recuperar ese último balón después de 92 minutos, la fe de Gameiro para llevarlo hasta la zona cero como si tuviera todo el tiempo del mundo y la clase de Guedes para sentar al oponente y marcar el gol definitivo. Hay motivos para soñar aunque el equipo se empeñe en hacernos sufrir.

No es lo mismo

Se había avisado a sí mismo Marcelino 24 horas antes del partido, salir a aguantar el empate a cero sería «un error gravísimo». No creo que la idea del asturiano fuera empatar a cero, sino más bien defender el empate y matar al rival a la primera o quizá a la segunda oportunidad que se presentara, aunque todo tiene matices. Todo habría salido según el plan si arriba el equipo hubiera tenido a Rodrigo, Gameiro y Guedes desde el inicio y no en los minutos finales, nos habría evitado sufrimientos y el susto en el cuerpo que todavía no nos hemos sacudido, ¿verdad? Porque con Mina y Sobrino, desde luego, no es lo mismo. El Valencia CF está en cuartos de final, donde queríamos estar y donde comienza en realidad esta competición, por lo tanto, donde hay que empezar a presentar la candidatura a estar en esa final del 29 de mayo, solo cuatro días después de Sevilla. Con lo visto hasta ahora ha dado para llegar hasta aquí, pero no alcanzará para estar en Bakú, no demasiado lejos de Krasnodar. Seguimos esperando ese pasito adelante que el equipo no termina de dar, el que creímos ver el día que casi se lleva la victoria del Camp Nou, hace ya un mes y medio.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.