Defraudó el resultado, porque había que ganar y la cosa volvió a acabar en empate, pero no el partido, que tuvo toda la traca que se le presumía con la única excepción del gol. Que también lo hubo, aunque no subió al marcador. El resultado ni siquiera da para decir que la lucha por la cuarta plaza ha acabado, aunque sin duda se complica más todavía. Son muchas las oportunidades que ha dejado pasar el Valencia y esta era una de las más importantes, pero si sigue ahí, en la pelea, por algo será. Queda claro que nadie es tan bueno como para hacerla suya con autoridad y si alguno hay ahora mismo es este Getafe, porque va primero en la carrera y es tan duro que va a ser muy difícil bajarlo de ahí, como dejó patente en Mestalla. Aún así, con diez jornadas por delante todo es posible aunque ese todo pasa por ganar el próximo partido en Sevilla. Todo lo que no sea volver con esos tres puntos será decir prácticamente adiós a esa vía y obligará a centrarse en la otra, que es alcanzar la final de la Europa League y ganarla. Todo a una carta en una temporada en la que el equipo de Marcelino lleva invertidos 28 partidos para sumar 40 puntos, los que hizo la pasada solo en la primera vuelta del campeonato. Nada de puede decir todavía en una temporada en la que el Valencia CF todavía tiene a tiro la posibilidad de hacer nada menos que un doblete, eso si la suerte como dice Marcelino y el gol le acompañan.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.