La temporada, ahora sí, entra ya en su recta final, lo que se suele decir el último cuarto hablando de baloncesto, que es donde se decide casi todo. Cosas del destino, al Valencia CF le quedan tres visitas a Sevilla incluyendo la final de la Copa del Rey y las tres van a definir muchas cosas empezando por la primera parada, este sábado a las 16:15. Todavía bajo los efectos del Centenario, el equipo ha puesto ya el foco en ese partido y todos lo ponemos en Marcelino, porque la gestión de los recursos va a ser decisiva en este durísimo final de campaña. Va a ser un partido cada tres días y un margen mínimo para el error, para alcanzar la Champions puede que sea hasta necesario ganar en el Bernabéu o en el Wanda y eso serían alegrías que el aficionado no disfruta desde hace algún tiempo, aunque no son objetivos fáciles.

Plantarle cara al Barça en esa final del 25 de mayo, acabar entre los cuatro primeros y acercarse a esa otra final de la Europa League sería entrar de lleno en la épica, por no decir en la leyenda, pero a poco que el equipo dé muestras de que quiere -no lo dudamos- y puede podemos estar seguros de que la gente se va a volcar como nunca. Porque nada es como siempre en un año como este. Mestalla, la afición, con el peso de esos cien años de historia y la ilusión de la Copa, quiere llevar al equipo en volandas hasta allá donde se forjan los sueños, pero ellos, jugadores y cuerpo técnico, son los que tienen que rematar la faena.

Más opiniones de Julián Montoro.