Meses atrás, cuando había serias y razonables dudas de que el equipo se metiera en puesto de Champions, el club puso en marcha la maquinaria que maneja Pablo Longoria. Ser campeón de la Copa y volver a la Liga de Campeones cambia el panorama y lo cambia para bien, el Valencia saldrá a defender el título conseguido en Sevilla y regresa a Europa con la espina clavada de superar esa fase de grupos, o en su defecto pelear por la final de la Europa League que se escapó este año por bien poco. Así, es evidente que no todos van a tener sitio, además no hay que dudar que Marcelino, con la experiencia vivida este año, va a apretar las tuercas para mejorar el equipo de verdad, elevar el listón en posiciones clave como la delantera aunque se pueda producir alguna salida importante. Comienza un mercado de verano que va a ser largo en el que Mateu se volverá a exprimir para mover piezas y acertar lo máximo posible. La apuesta por Maxi Gómez, de entrada, evidencia que no volverán a experimenar con un puesto como ese después del fiasco de Batshuayi, buen delantero que sin embargo no se adaptó en su primera experiencia en LaLiga y acabó en fuera de juego. Y, paralelamente, la caza de jóvenes talentos sigue su curso tal como vemos.

Más opiniones de Julián Montoro.