Desde que estalló la crisis en el partido de Lisboa todos habíamos entrado con bastante profundidad en las razones de Mateu Alemany y Marcelino para llegar a este enfrentamiento por decirlo de alguna manera con el máximo accionista, pero en general se había hablado bastante poco de lo que podía estar pensando el propio Peter Lim, y de lo que en definitiva iba a decidir. Él no filtra. Más allá, claro está, de la cantinela de siempre, porque para muchos el origen de todos los males del Valencia CF. Así era hasta que este viernes, horas antes de ese encuentro en Singapur, lográbamos dar un paso y acercarnos un poco más a la verdad, nunca de manera absoluta, lo que sin duda nos llevó a acertar bastante con lo que al final iba a ocurrir. Lim no esperaba a Mateu en su palacio con la catana preparada, aunque eso es algo que ha estado muy cerca de ocurrir, sino con el objetivo de arreglar las cosas y llegar a un entendimiento que dé continuidad a este periodo de estabilidad que se ha traducido en Champions League y un título en dos años.

Hace pocas semanas escribía aquí mismo que quizá Lim había aprendido a confiar y respetar, a controlar los impulsos que le llevaron a cometer enormes errores. Reconozco que durante dos o tres días me llegué a arrepentir de ello, pero resulta que nada está perdido, que el proceder del propietario de la mayoría accionarial en este caso ha estado más cerca de argumentos claros que se podrán discutir, o no, que de caprichos de millonario aburrido. Es una buena noticia, de hecho, si realmente esto es así, será mejor noticia incluso que la continuidad de Alemany, o la de Marcelino, que hoy por hoy también podemos considerar que son importantes y decisivos para este proyecto. Parafraseando al propio entrenador, esta es una herida que ha estado cerca de desangrar al Valencia CF en el peor momento, se ha suturado a tiempo pero todavía tiene que cicatrizar. Es lo mejor que ahora mismo y dadas las circunstancias ha podido pasar, lo que la inmensa mayoría queríamos que pasara. Cuanto más hurguemos en ella, más probabilidades habrá de que se pueda infectar. A partir de ahí, a fichar Mateu y a ganar partidos Marcelino y los jugadores.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.