El problema con Rodrigo, porque no se trata solo de Marcelino, en València nadie va a entender que se vaya Rodrigo y no tengan preparado un delantero que ofrezca muchas garantías de éxito, por mucho que eso sea bastante relativo y a Batshuayi hay que remitirse. Si a ello le sumamos que esto pueda ocurrir a pocas horas de cerrarse el mercado y que quien se lo lleva es el Atlético de Madrid, un rival al que no habría que darle ni agua, el rebote del entrenador estará más que justificado.

Como también lo está el hecho de que el propietario no quiera comprometerse a fichar más futbolistas que puedan hacer de barrera para Kang In Lee o Ferran Torres después de haber cedido ya con Cheryshev por empeño de Marcelino y, siendo justos con el futbolista, porque el ruso acabó haciendo una buena temporada y el coste no era desorbitado para como está el mercado.

Van a pasar muchas cosas de aquí al día 2 de septiembre, van a salir jugadores, tiene que salir cuanto antes, y habrá más fichajes. Hasta ahora, palabras de Mateu, el pacto para que no venga un solo jugador que no apruebe el cuerpo técnico se ha respetado a rajatabla, aunque eso no quiere decir que tengan que venir siempre los preferidos de Marcelino. Para eso hay un área técnica, así lo llaman, que también merece un respeto.