Nadie diría visto lo visto y escuchando a diferentes protagonistas que la operación de traspaso de Rodrigo Moreno empezó por consenso de todos en el Valencia CF, cuando hace tres meses estaba decidido que el club escucharía ofertas este verano y hasta puso precio a su salida: 60 millones de euros, de ahí para arriba. Lo de escuchar ofertas es un poco eufemístico, porque el club no tardó mucho en pedir ayuda para buscar clubes que pudieran llegar a esas cifras por el delantero, fue cuando vieron que tampoco iba a ser tarea fácil. Al final Rodrigo es un futbolista excelente que además le va muy bien a la forma de jugar de Marcelino, pero el mercado a veces es implacable y no hay tantos equipos dispuestos a realizar una apuesta semejante siendo un delantero que había firmado ocho goles en la última Liga. Y la realidad del mercado no hacía más que apoyar ese argumento que puede parecer superficial, sin duda lo es, porque todos sabemos que Rodrigo es mucho más que eso.

Y, llegados a este punto, ¿a quién pide ayuda el Valencia CF para encontrar ese club dispuesto a pagar 60 por Rodrigo? Exacto, a Jorge Mendes. No Peter Lim, es el Valencia CF el que pide al agente colaboración para sacar a Rodrigo y de esa relación viene la oferta del Nápoles. Por eso Mateu Alemany, cuando habló hace unos días, dejó al margen al agente de la planificación de la plantilla, porque en realidad no ha participado en ninguno de los fichajes, todos con el OK de Marcelino, excepto obviamente en el tema Rodrigo.

Dicen que Rodri llegó a estar traspasado la pasada semana al Atlético de Madrid, pero también lo habría estado al Nápoles hace un mes, porque había acuerdo absoluto entre los clubes y consenso total en el Valencia, no solo en Singapur. Solo falló entonces el jugador, que no quiso marcharse a jugar en el equipo que entrena Carlo Ancelotti. Es la diferencia, ahora sí dio el OK para irse al Atlético y con eso no quiero decir que esté encantado con marcharse al Atlético, solo que dijo sí a ese posible traspaso que todavía puede producirse. Si al final se consuma, no podrían los responsables del Valencia CF haber elegido un escenario peor, con la Liga ya comenzada, sin saber si quiera si vendrá un sustituto o si será un delantero de plenas garantías, con la grada no de manera unánime pero pidiendo al jugador que se quede... Del consenso a lo que puede acabar siendo un sinsentido, si tiene que haber hueco para Kang In Lee, había otras maneras de hacerlo.

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