Cuando el fútbol fluye no hay cansancio, ni dudas. Decíamos que si Celades hace que el Valencia CF de Londres tenga continuidad y aprueba el examen de química con el vestuario, el valencianismo podrá respirar con cierta tranquilidad: pese a la torpeza de su máximo accionista, la temporada está salvada. Nos a hecho dudar tanto de ello el equipo en los dos esperpentos de Mestalla, frente a Leganés y Getafe, que cuando el balón empezó a correr en el nuevo San Mamés nos tuvimos que frotar varias veces los ojos para convencernos de que esos que vestían de blanco eran los mismos. ¿Lo eran en realidad?

La lección de la primera mitad, que bien pudo acabar 0-3 si Maxi, según decían todos los expertos el equipo más sólido en este inicio de LaLiga. Ojo con el pedazo de delantero que ha fichado el Valencia CF y su conexión con Rodrigo. Como solo entró una de las muchas ocasiones, el Valencia acabó pasando sus apurillos en la segunda mitad. Tampoco tantos, bastante menos de lo habitual cuando La Catedral muerde y exige a su equipo que arrincone al rival. Un detalle que no empaña el partido del Valencia CF, cuya propuesta y rendimiento superan Stamford Bridge y abren de nuevo la ventana de las expectativas.

Tampoco se puede olvidar ni concluir que todo lo anterior fue un accidente, un mal sueño, pero la victoria y el fútbol exhibido con cinco bajas importantes y viniendo directamente del infierno da mucho crédito al equipo. Dar continuidad a esto ante el Ajax en la Champions para arrancar definitivamente el motor. Por supuesto el crédito es también para el técnico, que algo tendrá que ver. Adaptar el sistema a los jugadores que hay en cada partido y no calzar como sea a los jugadores en el sistema forma parte también de eso que estamos llamando el sello de un entrenador.

Mateu no es el gafe

No estuvo Mateu Alemany acompañando al equipo en este desplazamiento ni apareció por el palco de San Mamés, no está en definitiva en el Valencia CF desde hace ya bastantes semanas, pero que nadie se preocupe, él no es el gafe.

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