Una lástima que el Valencia CF no carbure. A pesar de la victoria en Cornellà, que se agradece porque el partido pintaba a drama más que otra cosa, o el empeño de Parejo por emplazarnos a final de temporada, ahora es cuando se genera ilusión y se crean expectativas. Con una victoria más y un par de empates menos el equipo estaría peleando no solo por la Champions, sino por el liderato. Como la Real Sociedad, el Sevilla y hasta el Granada. Una oportunidad histórica la que está perdiendo este club de ser protagonista en la Liga más abierta de los últimos lustros, que ha pillado al Valencia CF en otras cosas, al propietario haciendo de la suyas, un entrenador nuevo tratando de arrancar con unas ideas que no termina de encajar y los futbolistas con temor a enfrentarse a Mestalla. Juega el equipo dos partidos esta semana y los dos tienen lo suyo, porque esta dinámica solo la cambia ahora una victoria en la Champions y otra frente al Granada que meta al equipo arriba, mientras Celades va recuperando jugadores y corrigiendo errores.

Mientras, se va Fran Escribá dejando en situación de descenso al Celta de Vigo, el mismo equipo al que salvó hace solo unos meses de una situación crítica. Salen como candidatos al banquillo gente como Abelardo y Javi Gracia, cualquiera de ellos habría sido un posible sustituto de Marcelino en condiciones normales, que no son las que se han dado aquí. Allí, parece que ya han tenido bastante con lo de Rafinha y no habrá más experimentos. Lo que toca.

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