Mestalla no vivía un partido así desde la noche del Getafe, no la del penalti de Cucurella, sino esa que nunca olvidaremos, cuando una épica remontada puso patas arriba Mestalla. Dos partidos con bastantes similitudes, el rival se adelanta y con ello crecen las dudas hasta una situación límite como antesala de la gran explosión en los minutos finales. Ese día todos tuvimos la sensación de que no iba a ser un partido más, no podía serlo, y hoy, ya con la perspectiva del tiempo, sabemos lo mucho que significó y la incidencia decisiva que tuvo en el desarrollo de la temporada, en el crecimiento del grupo. Cuál va a ser el efecto a medio y corto plazo de esta goleada y sobre todo de esta noche en que todo el valencianismo -por fin- fue uno solo es una nueva página que está todavía por escribir, empezando por el sábado contra el Granada de Roberto Soldado. Hagamos memoria, el partido inmediato tras la gran noche del 3-1 al Getafe con los tres goles de Rodrigo Moreno resultó ser en el Camp Nou, allí llegó el Valencia CF y se puso 0-2, aunque Messi acabó igualando el marcador. No va a resultar fácil sacarse de la cabeza el partido del Chelsea, ni volver a recrear ese clima en Mestalla, pero el Granada también es ahora mismo un rival por la Champions. Y es día para que todos esos jugadores que han dado un paso al frente lo confirmen con otra buena tarde.

Lim, Singapur

El otro partido se juega en Singapur, es también importante aunque se detecta en el ambiente que con el paso de las semanas ha ido perdiendo interés. Tanto lo ha enfriado el máximo accionista que al final ya parece hasta un asunot menor, pero no lo es. Después de salir Marcelino, Longoria y con Mateu más fuera que dentro desde hace mucho, a pesar de la avalancha de nombres y apuestas dijimos que Peter Lim se iba a tomar su tiempo para formar esa nueva estructura que dicen se va a montar, quizá meses, recuerdo haber escrito entre la sorpresa general. Pues ahí estamos. No sé cómo va a quedar lo de Mateu, se supone que se cerrará en este viaje su desvinculación, pero de sustituto, futuro director general o deportivo o ambas cosas, puede que haya que esperar todavía más. Tiene su riesgo asegurar una cosa cuando es Peter Lim el que la tiene que decidir, pero a estas horas apostaría a que no tien4e claro lo que va a hacer ni en manos de quién va a dejar el proyecto deportivo, aparte de las suyas, claro.

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