El fichaje de Cancelo ilusiona y mucho al valencianismo. Lógicamente el aficionado ni es tonto ni tan manipulable como piensan los manipuladores, pero entre el resto de la gente todos tenemos claro que sería una incorporación de auténtico lujo tanto como que es una operación de mucha dificultad, que por tanto es difícil que se llegue a hacer. Aunque tan importante como el hecho de que al final se haga o no este fichaje es el mensaje que envía el club al marcarse nada menos que el nombre de Joao Cancelo como objetivo número uno. Un mensaje ambicioso hacia la afición, al propio vestuario y a los rivales de que el Valencia CF quiere hacer un equipo más fuerte en enero para competir por estar en cuartos de final de la Champions, para volver a estar entre los cuatro primeros, para defender el título de campeones de la Copa del Rey... ¡Para ganar la Supercopa!

Si con la renovación de Carlos Soler el Valencia CF envía un mensaje potente que habla fundamentalmente de proyecto a medio y largo plazo, lo de Cancelo es rabiosamente presente, el mejor regalo que le pueden traer a Celades en este mercado de invierno, el hambre y las ganas por volver a ser protagonistas esta temporada. Nada es imposible.