El gozo se Albert Celades se queda en un pozo. La alegría por una victoria tan trabajada ante el Celta que le permitió dormir en posiciones de Champions por primera vez desde que llegó al ChampionsValencia CF, por el fichaje y la magnífica sensación de Alessandro Florenzi en su estreno y también por el desenlace del caso Rodrigo estaba más que justificada. El semblante, sin embargo, cambiaba pocas horas después al conocerse el alcance de la lesión de Ezequiel Garay, un auténtico drama que se producía para mayor fatalidad día siguiente de cerrarse el mercado de invierno, lo que complica y mucho la tarea de fichar un sustituto.

Traer uno de plenas garantías es difícil, que pueda jugar además los octavos de la Champions League todavía más, porque el límite son 24 horas, incorporar un futbolista complementario solo por tener uno más es la otra opción que a priori no termina de convencer demasiado. Es en definitiva una situación difícil que obliga a actuar porque los objetivos de la temporada están en juego, y que entre otras cosas va a poner a prueba la capacidad, la habilidad y los contactos de César Sánchez, nuevo director deportivo.

Lo que ha fallado

Una grave lesión siempre es algo inesperado y preocupante cuando se trata de uno de los jugadores más importantes del equipo y además fuera del plazo para fichar, pero aquí han fallado también algunas cosas. Primero, no hay en la cantera un jugador en el que el club tenga suficientes garantías ni con un mínimo rodaje en el primer equipo. Segundo, tampoco ofrece la plantilla tal como ha quedado muchas alternativas para situaciones de emergencia, quizá Coquelin o el propio Piccini, aunque todavía no estará durante unas semanas. Y tercero, se descartó antes de iniciarse el mercado de invierno la opción de firmar un defensa central, de perfil zurdo para más señas, que estuvo sobre la mesa junto con la del lateral derecho.

Mangala

La decisión en ese momento, ya fuera por el límite de las 25 fichas, la dificultad de sacar jugadores y el fair play financiero, fue apostar por un lateral derecho de máximo nivel que mejorase de forma evidente la plantilla, y en la cuestión del central dar un voto de confianza a Eliaquim Mangala, a pesar de que venía de un periodo muy largo de inactividad y de que su rendimiento generaba dudas por esos problemas de rodilla, de hecho es habitualmente uno de los descartes en las convocatorias. El francés, limitado físicamente pero con una amplia experiencia en la élite, va a tener que responder a esa apuesta con hechos, venga otro fichaje o no.