Ya avisaba en el mes de agosto el abogado y colaborador nuestro Juan de Dios Crespo de que la aplicación del reglamento en concreto para sancionar las manos dentro del área iba a ser un reto para los árbitros y sobre todo para el VAR, reto que de momento han suspendido generando una polémica tras otra. Si en un momento podía entenderse el error humano, porque en un campo de fútbol siempre han sucedido cosas que el árbitro nunca podía ver, lo que está pasando es ridículo e impresentable.

No es posible hilar tan fino en una jugada y a la siguiente hacer mutis como si la cámara no hubiera estado ahí, como el día de Cucurella en Mestalla, por no hablar del penalti de Ángel que no le pitan al Betis, ambas casualmente en beneficio del Getafe. No es eso para lo que están.

Aunque no perdió en Granada por ello, parece preocupado Celades por el cansancio de algunos jugadores. Lo que tiene que hacer, pues, es sentarlos, porque lo que va a necesitar por encima de muchas cosas en Getafe es mucha energía y durante muchos minutos. Del equipo de Bordalás, además de patadas, no se puede esperar otra cosa que intensidad máxima durante todo el partido.