Gabriel Paulista quiere estar como sea el sábado en Mestalla, con dolor o sin dolor. Es un tipo que además de estar ahí dentro demuestra que sabe cómo está el equipo y además le importa, que lleva ya aquí tiempo suficiente para saber cómo está el ambiente y, desde luego, tiene claro lo mucho que se juega el Valencia CF en este partido viniendo de donde viene. Estos son los jugadores por los que un club tiene que apostar.

Llegó con la sombra y la cantinela de ser un futbolista que se lesionaba demasiado, que apenas había podido rendir por ello en la Premier, pero si había algo de eso sin duda han sido los aires del Mediterráneo los que se lo han curado, como cuando defendió los colores del Villarreal. Va al límite en cada partido y a pesar a ello apenas se lesiona. Cuando lo hace, además, se empeña en destrozar todas las previsiones de los médicos y es el primero en recuperarse. Para Albert Celades sería una gran noticia si finalmente llega al partido ante el Betis, porque al niño le puede pesar Mestalla y el equipo no se puede permitir un nuevo tropiezo y esta vez ante sus aficionados.

Desde luego por él no va a quedar, pero sobre todo es una buena noticia para el equipo y para el Valencia CF. Si alguien ha pedido compromiso y exigencia, parece que está más que claro que la cosa no va por Gabriel.

Parejo

Desde luego el mensaje que envía Paulista con este empeño de ayudar en un momento delicado es bastante más potente que el de Parejo. Que el capitán tiene diferencias con la propiedad y con el presidente Anil Murthy. Que se equivocó al señalar a compañeros por errores defensivos también, seguramente más por no pararse a pensar un poco las cosas que por ánimo de ser destructivo. Que como capitán está de alguna manera obligado a lanzar un mensaje optimista antes de ese partido es lógico y necesario, porque además un respeto se ha ganado en estos años en los que ha entrado en el Top-10.

Pero hombre, Parejo, tampoco nos tomes por tontos, porque no pueden haber pasado tantísimas cosas para que el capitán esté convencido ahora de que el equipo va a salir adelante y va a pelear por los objetivos, o sea por ser cuarto en LaLiga y por remontar esa eliminatoria con la Atalanta. O es que el presidente y César Sánchez le dieron en esa reunión grandes expectativas o quizá le descubrieron un mundo de luz y color que desconocía cuando se calentó en Donostia, cosa improbable. Y ahora, uno y otro, a ganarle el sábado al Betis, que todo pasa por ahí.