Es difícil y preocupante. A un equipo que quiere estar entre los cuatro primeros no se le puede escapar un partido como éste, con ventaja en el marcador gracias al golazo de Parejo, con argumentos en el banquillo para haber mordido más en la segunda mitad y con un equipo enfrente que te empata casi sin querer, que en cuanto a intensidad no era ni mucho menos el Getafe ni la Real Sociedad, ni siquiera aquel Mallorca que salió a morir y te acabó metiendo cuatro. No es bueno el resultado pase lo que pase este sábado con el resto de candidatos a la Champions porque tal como se presentó el partido esos tres puntos eran innegociables sobre todo para un equipo que, ojo, lleva tres meses sin ganar fuera de casa.

Todo lo positivo que apuntó el equipo en el primer tiempo, que mereció rematar con 0-2 si Gil Manzano llega a señalar ese penalti sobre Cheryshev Una decisión incomprensible por parte del árbitro y altamente sospechosa del VAR, porque la jugada vista repetidamente ofrece pocas dudas. Un error más que perjudica claramente al Valencia, o como lo quiera llamar cada cual, aunque que tampoco puede servir para ocultar otros menos incontrolables.

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