El presidente de LaLiga Javier Tebas lleva días hablando con los presidentes de los clubes lo mismo que otros están haciendo en la Premier, en la Serie A, en la Bundesliga... El objetivo es hacer un fortísimo frente para presionar a la UEFA de que no solo intente salvar la Champions, sino que los diferentes campeonatos han de acabar si es posible entre los meses de mayo y junio para evitar un descalabro económico, y para ello hay que forzar que la Eurocopa no se dispute este verano. Todo es sin embargo una hipótesis, porque a día de hoy es difícil hacer una previsión acertada de cuándo se podrían reanudar las competiciones en condiciones de seguridad para los equipos y, esto sería más complicado, para los aficionados. Para LaLiga, la línea roja está en mayo.

En este sentido es de valorar la entereza y hasta diría el optimismo con que el Valencia CF está llevando una incidencia tan negativa como la de ser posiblemente el equipo del mundo con más positivos por coronavirus, al menos que se sepa. Y todo cuatro semanas después de aquel partido jugado en San Siro, donde la maldición permanece. El club, de hecho, mantiene que en menos de dos semanas los jugadores regresarán a los entrenamientos en la ciudad deportiva y lo harán con normalidad, una aspiración que tendría que adecuar al Estado de Alarma si el Gobierno decide prolongarlo.