Raquel Sanchis, jugadora del Cabanyal-Canyamelar y transportista; Elena Alcázar, compañera de Raquel y enfermera del Hospital General; Alejandro Bartual, jugador del Patacona y auxiliar de enfermería; Carlos Ribes, capitán del Dénia y distribuidor de material médico; José Descalzo, entrenador del Utiel y trabajador en una residencia de ancianos; Rafa Vicente, fisio del Buñol y auxiliar de enfermería; Andrés Furió, jugador del Burjassot y Policía Local; Ángel Cerverón, entrenador en la escuela del Vallbonense y trabajador en un ambulatorio; Paula Piñero, jugadora del Alzira y militar de profesión; José Jarillo, jugador del Juventud-Barrio del Cristo y miembro de la Cruz Roja. Son solo una pequeña muestra de ese fútbol valenciano más modesto que, a pesar de que no pueden dedicarse ahora a su gran pasión, son cada día protagonistas anónimos en primera línea de lucha contra la pandemia. A todos los que forman esta familia les gustaría volver a jugar mañana mismo con sus equipos, o a entrenar, pero no es esa ahora mismo la principal de sus prioridades, sino dar el cien por cien fuera de los terrenos de juego para prestar el mejor servicio posible a todos los que les necesitan.

Coronavida

Aunque se les ve más, no solo los privilegiados del fútbol, los que más posibilidades económicas tienen de ayudar, están ahí. La contribución de iniciativas como la del capitán Dani Parejo y el Valencia CF o de Sergio Canales es importante, el efecto llamada por la repercusión mediática es además sensacional para concienciar a muchos otros que también pueden dar una pequeña parte de lo que tienen. Pero nuestros diez protagonistas también son 'Coronavida'. Ninguno de ellos se siente un héroe ni cree que esté haciendo algo excepcional, de ellos podrían aprender esos dirigentes que manejan el negocio del fútbol aquí y en el resto del mundo, con sus guerras particulares y sus luchas de poder.

Fútbol y deporte

Si alguien pensaba que, como no hay deporte, tampoco hay en estos días de confinamiento información deportiva, estaba equivocado. El fútbol y el deporte en general no es simplemente una actividad que nos entretiene y nos hace disfrutar, está en nuestro tejido social y económico, está vivo y, como vemos, con prácticamente todas las competiciones paradas por esta emergencia sanitaria mundial, la 'familia' está en todas partes en un momento en el que tanta gente sufre y necesita ayuda.